miércoles, 22 de julio de 2009

Sábado por la noche...¿o domingo por la tarde?

Tal vez fuese el ambiente de aquel bar perdido en ninguna parte, con las paredes cubiertas de espejos y la música rompiendo los tímpanos de los presentes,haciendo que el suelo vibrase con cada acorde infernal.

Allí terminó la Princesa de Hielo danzando entre nubes de humo,con una cajetilla de cigarrillos de chocolate en el escote,una copa en la mano y el tintineo de las cadenas que rodeaban sus caderas acompañando cada uno de sus movimientos.

Y allí estaban ellos también,sus fieles seguidores,custodiándola,mientras ella mantenía la mirada perdida en uno de los espejos,estudiando su pálido reflejo con una sonrisa enigmática.Sus tacones imposibles,sus labios pintados de rosa fucsia,su piel pálida de un blanco enfermizo...

El alcohol se deslizaba por sus gargantas como agua...y el humo proyectaba sombras fantasmagóricas al escapar de sus labios,antes de acabar ahogado en besos furtivos y robados.Y al finalizar la noche...o comenzar el día,se retiran...

Y la Princesa de Hielo se queda dormida entre los brazos del lobo y del vampiro,aquellos que le juraron lealtad.

1 comentario:

  1. Al comenzar el día queda mejor que al finalizar la noche, da un poco más de esperanza.

    Me gusta tu blog, me uno a tus seguidores, vale?
    un beso!

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